miércoles, 25 de agosto de 2010

El rey enamorado



Dentro de la historia francesa encontramos a un hombre honorable, valiente, gran guerrero que adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante una serie de conquistas y alianzas. Habitó en el siglo XIX.
.
¿De quién hablo?
.
De Napoleón Bonaparte.
.
Napoleón es considerado como uno de los mayores genios militares de la Historia, habiendo comandado campañas bélicas muy exitosas, aunque con ciertas derrotas igualmente estrepitosas. Sus agresivas guerras de conquista se convirtieron en las mayores operaciones militares conocidas hasta ese momento en Europa, involucrando a un número de soldados jamás visto en los ejércitos de la época. Además de estas proezas bélicas, a Napoleón también se le conoce por el establecimiento del Código Napoleónico y es considerado por algunos un "monarca iluminado" debido a su extraordinario talento y capacidad de trabajo. Otros sin embargo, lo estiman un dictador tiránico cuyas guerras causaron la muerte de millones de personas, así como uno de los personajes más megalómanos y nefastos de todos los tiempos.
.
Pero ¿Por qué traigo este personaje a colación?
.
Pues bien, este personaje que por momentos causa temor y por otros es admirable, tiene en su haber una gran producción epistolar que dan cuenta de una de las mas bellas historia de amor.



Una de las historias de amor más conocida de la humanidad, no sólo francesa, ya que sobrepaso los límites del país, del continente y sobre todo del tiempo, fue la que este personaje tuvo con su ama Josefina.
Hay varios rumores, mitos y leyendas de cómo se conocieron y de cómo fue su relación, hay quienes dicen que ella no lo amaba a él y otros que afirman que el amor era mutuo.
Hoy queridos lectores los invito a seguir leyendo e investigando más sobre esta historia, por mi parte les dejo una de todas las cartas que escribió el general estando en batalla, alejado de su amada, quizás una de las más conocidas:

"No he pasado un día sin amarte; no he pasado una noche sin estrecharte en mis brazos; no he tomado una taza de té sin maldecir la gloria y la ambición, que me tienen alejado del alma de mi vida.En medio de las tareas, a la cabeza de las tropas, al recorrer los campos, mi adorable josefina está sola en mi corazón, ocupa mi espíritu, absorbe mi pensamiento.Si me alejo de ti con la rapidez de la corriente del Ródano es para volverte a ver más pronto. Si, en plena noche, me levanto para trabajar, es porque ello puede adelantar en algunos días la llegada de mi dulce amiga, y no obstante, en tu carta del 23, del 26 Ventoso, me tratas de vous. ¡Tú misma me tratas de usted! ¡Ah, malvada! ¿Cómo has podido escribir esa carta? ¡Qué fría es!... ¡Ah, qué sucederá dentro de 15 días!...Adiós, mujer, tormento, dicha, esperanza y alma de mi vida, que amo, que temo, que me inspira sentimientos tiernos que me llaman a la Naturaleza y movimientos impetuosos tan volcánicos como el trueno.Yo no te pido amor eterno ni fidelidad, sino solamente…verdad, franqueza sin limites. El día en que digas te amo menos será el último de mi amor o el último de mi vida.Si mi corazón fuese bastante vil para amar sin ser correspondido lo destrozaría con mis dientes. ¡Josefina! ¡Josefina! Acuérdate de lo que te he dicho algunas veces: la Naturaleza me ha dado un alma fuerte y decidida. Ella te ha hecho de encaje y gasa. ¿Has dejado de amarme?..."
.
Napoleón Bonaparte
.
(Es de saber, que en la mayoría de las cartas que escribe Napoleón a Josefina se manifiesta ese temor de amar sin ser amado, quizás unas de las reglas que demanda el amor cortés sobre todo es amar y ser correspondo)

Espero que les haya gustado el post.


domingo, 1 de agosto de 2010

Los amantes

1

Siempre pensando en lo mismo: buscando cambiar el rumbo de la vida.

Madrugada, frío, viaje. Todo confabulado para el encuentro, para evitar la soledad.
Caminando ellos no se cruzan, desconoces la existencia de cada cual.
Suben al mismo colectivo, se ignoran, no se miran.
Sin saberlo comienzan a compartir tiempo y espacio.
Sin darse cuenta comienzan a compartir vida.