sábado, 18 de diciembre de 2010

Se inició la matanza


Esteban Echeverría introdujo el Romanticismo en Argentina por los años 1.93... mas o menos, con una de las obras literarias que quedarían sin duda en la memoria de un país.
El Romanticismo en Argentina se caracterizó por la valoración del proceso que llevó a la independencia de España y por el enfrentamiento acérrimo a la figura de Rosas. En lo religioso se caracterizó por su oposición a la iglesia. Sus héroes eran por lo general incomprendidos y perseguidos políticos.
Un poco como crítica social y al sistema político que imperaba en ese momento, otro poco como forma de deleitar al ciudadano, Echeverría eligió la forma narrativa, y una historia digna de ser contada.
El Matadero, una obra magna, que da cuenta de la brutalidad de los federales, quienes desesperados por obtener un pedazo de carne, se revuelcan en el barro y la sangre entre insulto y gritos.
Se describe a los federales en su peor faceta, convertidos casi en animales salvajes (arpías), que se encuentran a la espera de las sobras, la carroña que ante era desechada a los perros vagabundos.
El espacio en que se desarrolla la historia completa la metamorfosis que se produce entre los ciudadanos, El matadero, que por la intensa lluvia que se venía viviendo en la ciudad, se había convertido es un chiquero donde nadie se niega a revolcarse, el insisto puede más que lo racional.
El vocabulario, vulgar y bajo (achuras, tongori,, etc), típico y característico de un sector social decadente "la chusma", "los negros" "los esclavos" que marcan su fuerte contrastes cuando aparece el Unitario.
Un Unitario que en el momento que aparece en escena es visto como lo era unos minutos antes el toro que se había escapado del matadero.
El salvajismo de los federales (buenos cristianos) no discrimina entre lo animal y lo humano y le da lo mismo incrustar el cuchillo en el cuerpo de cualquiera de los dos.
El juicio, lo único civilizado que le queda a los federales quienes juzgan al unitario por no llevar el "luto" por la muerte de la mujer del "Restaurador" es corrompido por la sonrisa del juez quien forma parte de la corrupción e impunidad social del momento.

Un libro recomendado sin dudas, corto y bueno, lleno de acción, para el fin de semana.