sábado, 12 de junio de 2010

A un poeta español

Fue una de esas tarde insólitas quizás en la que uno se encuentra con pequeñas grandes perlitas en la televisión.
Pese a la dificultad de manifestar el ámbito literario en la "caja boba", tuve la suerte de encontrarme con los versos de un poeta.
Dichos versos me gustaron tanto, que me puse a investigar en una "caja boba" más amplias todavía como lo es Internet.
Por suerte material encontré un montón y pude conocer y adentrarme en muy poco tiempo en la obra de Luis Rosales, situación que me gustaría compartir con mis lectores:
Dicho autor nació en Granada en 1910, en el seno de una familia muy conservadora. En 1930 se traslada a Madrid para estudiar Filosofía y Letras, obteniendo el doctorado.
Inició su actividad literaria en la revista Cruz y Raya, dirigida por Pablo Neruda y José Bergamín.
Este autor puede pensarse como miembro de la Generación de 1936 (o de la Guerra), cuyos ejes comunes, además de su afinidad y camaradería, fueron su catolicismo intimista y su conservadurismo en lo social.
Un razgo interesante de destacar, es la simpatía que tenia con
Federico García Lorca, quien en agosto de 1936, durante la guerra civil española, se refugia en la casa familiar de los Rosales, creyendo estar a salvo de represalias por su afinidad a la Izquierda, ya que en esta familia había destacados miembros falangistas. La captura y la postuma muerte de dicho escritor, provocara un gran dolor a Luis Rosales.
Ideológicamente fue evolucionando desde las ideas autoritarias de su juventud hacia posiciones democráticas en su madurez.
En 1962 ingresó en la RAE aunque no leyó su discurso de ingreso hasta 1964.
En 1982 recibió el Premio Cervantes, el galardón literario más importante de cuantos se conceden en España.
Falleció en Madrid en 1992.


Poema Canción Donde Se Explica, Bien Explicado, Que Al Pronunciar Una Sola Palabra Puedes Hacer Tu Biografía
A Dámaso Alonso

La palabra que decimos
viene de lejos,
y no tiene definición,
tiene argumento.

Cuando dices: nunca,
cuando dices: bueno,
estás contando tu historia
sin saberlo.

Poema Autobiografía de Luis Rosales

Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan para morir,y las contase, y las volviese a contar, para evitar
errores, hasta la última,hasta aquella que tiene la estatura de un niño
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de
caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.


CONTIGO [fragmento]

No hay noche, no hay luna, no
hay sol cuando estoy contigo,
tiemblo de quererte tanto,
tiemblo de sentirme vivo,

tiemblo de saber que un día
la espuma se lleva al río,
y en el corazón del hombre
se lleva al tiempo el olvido.

No hay luz, no hay jardín, no hay
noche de otoño contigo,
¡quisiera que se acortara
el tiempo cuando te miro!

contigo para perderme,
para salvarme contigo,
contigo, Abril, para siempre
por los siglos de los siglos.

* * *
Tiemblo de verme en tus ojos
sin comprender el bautismo,
contigo, Abril, primavera,
el nombre nace contigo,

y el ser también en el seno
de tu vientre estremecido,
nieve niña y madre virgen
de mi tiempo y mi destino;

por ti se agrupa el rebaño
por ti se doblan los trigos,
por ti los álamos tiemblan
y el mar se levanta en vilo

como los pueblos que llevas
en la mirada perdidos
para siempre, como el tiempo
que vuelve a nacer contigo,

contigo para salvarme,
para perderme contigo
como el beso que no sabe
sobre qué boca ha nacido.

¡No puedo verte, no puedo
verte cuando estoy contigo!
¡no sé mirarte, no sé
mirarte, pero te sigo!

tuyo seré madreselva,
madre viento y madre río,
isla de ti solamente
mi nacimiento continuo,

que estoy con dolor queriendo
lo que muero y lo que vivo,
lo que vivo y lo que muero
de tenerlo sin vivirlo.

Bueno, la verdad, me quedé enamorada de este poeta, espero que a ustedes también les haya gustado como a mi, y se adentren un poco mas en su obra, vale la pena. Se los aseguro.

jueves, 10 de junio de 2010

Amor Utópico


Parte V (el final)


De ella a él

Se deshace una boca en mis labios, y el recuerdo se pierde en el tiempo.
Ya no quedan miradas, sonrisas, ni el sentimiento del abrazo que me contuvo a tu lado aquella noche.
Maldito infinito temporal de tiempo que me aleja del momento justo en que fuiste lo que hoy no sos.
Pena de pérdida inconexa, perdida pérfida que nunca fue.
Carroña de piel que se mortifica en memorias, en recuerdos podridos, nauseabundo, apestosos.
Torpe creencia cegada en pozos de placer de miradas.
Ya no queda nada, nunca hubo nada.

De él a ella.

Realidad espantosa que declara que nunca fuimos nada.