"En ciertos momentos, hay que elegir aquello
que no traicione ni la vocación, ni la propia vida"
JULIO CORTAZAR
Lejos del país que lo vio crecer, Julio escribe.
Quedarse en Argentina le habría significado callar, silenciar sus sentimientos, hablar como "ellos".
Sin traicionar sus ideales, marcho al exilio.
En París, Julio piensa en el sufrimiento americano; en el poder político que avanza sobre los más débiles (tanto en lo material como en lo intelectual). Le indignaba la ignorancia del pueblo, que muchas veces no reaccionaba ante los hechos que se iban sucediendo, primero un Perón tiránico, luego los golpes de estado, la dictadura, etc. Pensaba que era necesario "gritar una política crítica, hay que criticar gritando, cada vez que se lo cree justo: solo así podremos acabar un día con los chacales y las hienas"
En las diferentes instituciones educativas argentinas los libros de Cortázar eran prohibidos, su forma de ver el mundo, la creación de ese nuevo lenguaje no estaba permitido, podría provocar una reacción desastrosa entre los jóvenes y el gobierno no estaba dispuesto a tolerarlo, sin embargo, la imagen de Cortázar por algún motivo era conocida por casi todos, sus libros eran leídos y él era admirado.
El mundo de la literatura acaba con su ingenuidad para convertir al individuo es un ser con ideas.
Entre los libros que escribió, en los cuales se presenta un claro compromiso con los sucesos históricos del momentos, encontramos: Libro de Manuel, escrito en 1973, el mismo refiere a su postura frente a los movimientos guerrilleros que se estaban sucediendo por ese entonces. En el manifiesta que no comprende la dureza de sus procedimientos, en más en una entrevista manifiesta que: " Yo había conocido personalmente a alguno de sus protagonista aquí en París y me había quedado aterrado por el sentido dramático, trágico de su acción, en donde no había el menor requisito para que entrara ni siquiera una sonrisa y mucho menos un rayo de sol (...) Es un desafío muy cordial: vos has visto que yo presento a los personajes con toda la simpatía posible. Por ejemplo a Marcos, el jefe de ese grupo de guerrilla urbana que está de vacaciones e Europa en ese momento. Y él mismo discute con sus amigos, si no este problema, problemas paralelos. Yo no los atacaba, muy por el contrario. SI hubiera tenido ganas de atarlos no hubiera escrito esta novela. No solo no era atacarlos sino era una tentativa de ponerles en el bolsillo un libro que tal vez pudiese ayudarlos un poco"
Años más tarde, en 1979, publica "Un tal Lucas" una serie de cuentos que tiene como protagonista a Lucas. Dicho libro no sólo debe pensarse como un libro de recuerdos, sino también como ese espacio de denuncia de algunos defectos de la historia Argentina a través de bromas e ironías.