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Afuera, en la nada; caminando le dijo:
- Soy casada.
Sin miradas.
-Ha
Fue el silencio, la imposibilidad del diálogo o el ruido molesto de los pasos lentos y cansados.
-Igual, la pasión no es pecado.
El llanto. El delito presente, ese hecho ya consumado. El tiempo en marcha. El desierto pampeano en los ojos húmedos.
-La infidelidad si.
Fue miedo quizás, o pura costumbre.
-Hoy todo el mundo es infiel.
Formas de decir, de encubrir. La envoltura del corrupto en realidades anexas.
-¿Tú?
Generalidad que cae en pedazos.
-No, soy soltero, amante, mujeriego, como quieras, es más de lo mismo.
Tirada en el piso, rompió en llanto.
5 comentarios:
almas sin sentidos... corazones ajenos al amor a esa comunion de sentimientos que hace uno la union de 2 corazones qe laten al mismo ritmo...en que lo el universo es de 2 ...generalidad aun existen quienes creen en el amor asii de puro...
saludos
abrazos
linda semana
Un placer visitarte y leerte en este domingo.
Feliz semana
La peor infidelidad es la que se practica con uno mismo. Entonces es cuando cuesta levantarse.
Pilar coincido totalmente con vos, ¿Cuántas veces somos infieles a nosotros mismos? de diversas maneras, con diferentes objetivos... pero que mal se siente uno al traicionarse.
Es que yo creo que buscamos el amor aún debajo del pecado, aún debajo de nuestra propia miseria, de nuestra simplicidad, aún no dándolo lo reclamamos. Un amar solamente ser amado, dijo Quevedo. Tu texto me ha encantado y me ha movido mucho, un abrazo.
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